martes, 10 de diciembre de 2024

Ulisses Viveros. Poesía en clave emancipatoria.


Como en La Narratura somos de naturaleza montaraz y curiosa, por eso decidimos contactar con el escritor Ulisses Viveros, autor del poemario Ecuaciones de nostalgia para que nos aclare ciertas cuestiones que nos acerquen a sus demás trabajos y porque no, emprender la graciosa búsqueda en las librerías paraguayas.

Las emociones son ese material primigenio: un combustible que alimenta nuestras voluntades y pasiones. 

El ser vivo cuando no está pensando, está sintiendo. Dominar nuestras emociones es lo que nos distingue de las fieras, aprender a identificarlas y exteriorizarlas de forma armónica y sana es la esencia del porque queremos y debemos leer poesía. 

Su implicancia terapéutica desde la belleza de las cosas aparentemente simples y cotidianas, nos ayuda a ejercer esa capacidad humana que nos eleva de la categoría de una cosa.

Indistintamente del tiempo y el espacio, el ser humano (paraguayo), necesita encontrar resonancias que validen sus estados anímicos de euforia, melancolía o apatía aprendiendo mediante la poetización a encontrar el sentido estético en lo cotidiano.

Según se sabe, el héroe griego Ulisses se distinguió por que quiso ser el dueño de su destino y de eso hizo su estilo. En este libro de poemas “Ecuaciones de Nostalgia” de Ulisses Viveros, este parece ser el Leitmotiv que da vida a la totalidad del corpus poético de su obra. Su poesía conlleva en sí misma una continua depuración de sus anteriores versiones; emociones y sentimientos recurrentes cristalizados en poemas.

Cuando googleamos el significado matemático de la palabra “ecuación” nos lo define como una igualdad entre dos expresiones que se formulan, mediante un signo igual. Su utilidad radica en que nos ayudan a resolver problemas de la vida cotidiana.

El trabajo de Ulisses Viveros se distingue por eso, la poesía es el alimento del alma y todos tenemos un alma de la cual no podemos desprendernos. No se tiene un alma de faena y otra de reposo cuando de sobrevivir se trata.  No hay un alma para subir al bus repleto de pasajeros u otra que nos hace distinguir el gozo, la empatía o la piedad hacia nosotros mismos o los demás. Tenemos una sola alma que nos empuja todos los días, recordar que existe esa alma, conlleva aprender a alimentarla mediante el espíritu de las cosas bellas. 

La estructura del libro se distribuye por el verso rimado entre tercetas y cuartetas. Algo que llama la atención es que todos los poemas en estrofas están en doble, tal cual el concepto matemático de una ecuación.  El libro es un poemario de mellizas con el mismo título, en donde la idea subyace bajo palabras distintas. En otras como en una simbiosis, una estrofa justifica a la otra, por la idea principal que comparten, convirtiéndose en parte de un mismo corpus poético a pesar de su aparente similitud y división espacial.

Visualmente se le puede atribuir como un recurso estético particular, debido a la intensión del autor de incluir a las dos versiones, creando un comparativo; creando un sentido distinto como resultado final.

¿Desde cuándo escribís?

Fue en el año 1999 o 2000, empecé escribiendo en tiempos de adolescencia letras de canciones. Luego, además de escribir letras, me inicié en la poesía, experimentando con las rimas y la métrica. Hasta que formé parte del Taller de la Universidad Iberoamericana, en el 2005, donde di mis primeros pasos.

Lo que motivó a la creación del libro fue mi deseo de mostrar al mundo, al lector, la mayoría de todas las transiciones por las que pasaron mis versos.

Ecuaciones de nostalgia es un libro de poemas que se distribuye en versos libres. Sus paisajes oscilan entre el paisaje urbano y las turbulencias anímicas. Los núcleos temáticos recurrentes son la nostalgia, la disconformidad y el mal amor.

¿De dónde sos?

Soy de Asunción, barrio Tacumbu.  

La literatura se hace de las experiencias de quienes la escriben, poetizar la euforia deportiva que mueve a multitudes fue una las peculiaridades más distinguidas del poemario, entre otros acontecimientos que se viven y que pasan desapercibida, casi anónimamente pero que son parte del corpus emocional del ser paraguayo de calle. Cada una de ellas (las emociones) conlleva un lenguaje único que necesita expresarse, que necesita encontrar resonancia en el exterior para no morir y dejarnos en su lugar una parte dormida de nuestra conciencia de las cosas, un hueco en la percepción de nuestra identidad colectiva. 

Esta acción pone en relieve aquellas posibilidades como la fuente inagotable que es a la hora de crear literatura, pero que tan conscientemente excluida se encuentra cuando se busca visibilizar solamente “las temáticas cultas” de la literatura paraguaya, ninguneando la caleidoscópica riqueza de su diversidad.

En este punto los núcleos temáticos de Viveros se presentan como una opción.  El alma es una para deleitarse con belleza en todos los estamentos de la vida diaria, la poesía se presenta como un camino, una luz que guía esa sensibilidad humana más allá de las banales tragedias cotidianas del ser y estar

Pero este desprendimiento de las convenciones temáticas conlleva una responsabilidad implícita para poder seguir en esta senda tan única, proeza de la que solamente es capaz Ulisses. Su estilo personal se sustenta fuertemente en las temáticas que encierran el estado anímico de sus poemas, un estilo que va tomando forma de soslayo en sus trabajos y que con el correr del tiempo quizás se afiance si el poeta se siente a gusto en él.


Experiencia, temática y lenguaje es lo que crea la distinción de un (su) estilo personal y que solo se alcanza con la madures de los trabajos realizados, un equilibrio entre uno y otro es lo que hace de este libro de Viveros lo que es, si por alguna razón el lenguaje no conllevara con la jerga y experiencia callejera, nos toparíamos con versos vacíos como resultado de una aristocratización postiza, deliberada y artificial que lo conducirían al fracaso en su estilo literario. Resultados que pueden llevarnos a la medida necesidad de un equilibrio delicado, no como algo frágil y efímero, sino como algo peligroso y resbaladizo, boleto directo a la calamidad si Viveros no sigue cultivando su maestría.  

¿A qué viene el nombre de tu libro?

Sobre su estilo, ECUACIONES DE NOSTALGIA es un viaje al tiempo exacto de gestación de la poesía madre, de la que nacen sus versiones o progresiones líricas

Fue publicado en el 2024. Las ecuaciones de nostalgia son reminiscencias que crean un torrente pasional proveniente del mundo interior de Viveros. Con su libro, nos muestra un destilado en metáforas sobre la disconformidad, la nostalgia y el escapismo. Estados emocionales profundamente humanos y que cobran fuerza en los tiempos actuales.

Una melancolía proveniente de remembranzas que encuentran su voz poética mediante su métrica y sus rimas con la monotonía propia de un sentimiento recurrente y amargo.

Un hallazgo particular de esta obra es que el lenguaje es expresivo directo y denotativo para justificar la emoción sobre la que se centra, describe lo intangible de sus recuerdos pasados con figuras retóricas en tiempo presente.


No se puede hablar de una poesía exclusivamente modernista porque toca el tema de los sentimientos desde palabras que describen ese clima emocional del pasado en tiempo presente y sostenido, y no utilizando personificaciones fantásticas o figuras embellecidas e ideales, como se suele observar en los poemas que toman el caudal de las pasiones como punto de fuga.   

¿Cuáles son tus autores favoritos en la poesía?

He leído a varios poetas pero voy a nombrar a dos: Becker y Baudelaire. Porque creo que influyeron bastante en mí. Uno por las rimas y lo romántico, y otro, por su estilo bello y tenebroso.

Pero más me llegaron las poesías de algunos compañeros poetas como Graciela Delgado, Shirley Villalba, Gloria Marecos, el mismo Victorio Suarez y Elsa Wiezel.

Trayectoria literaria.

Publiqué en varios poemarios colectivos. En revistas. Antes de animarme a lanzar mi primer poemario: "Con la mano en el tiempo" (en el 2013).

En total he publicado 15 poemarios y 7 antologías donde incluí lo mejor de los 15.

Formo parte del circulo literario Japay y de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP)

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No todo lo bello es lo que place a la vista, el arte de vivir también está en aprender a ver la belleza. Lejos de los cánones ideales, que tan rígidamente nos enseñan todo el tiempo. Y como dice la frase, encontrar belleza en lo cotidiano es aprender a trascender con el espíritu y ser menos esclavos de las vicisitudes (por la conducta aprendida), mediante la poetización de lo cotidiano, y así aprender a encontrar una de las tantas clases de felicidad ya instaurada en alguna parte de nuestras memorias emocionales.

Si deseás adquirir algún ejemplar te invitamos a que visites la librería y editorial Arandurã que se encuentra sobre Teniente Fariña 1028 entre Estados Unidos y Brasil. Asunción Paraguay o comunicarte con ellos mediante sus redes sociales.