Al inicio pensé en su despliegue
de ingenio metalingüístico hiperrealista, (así como suena, con onomatopéyicos fuegos
artificiales, un show todo rimbombante) de seguro en el siguiente capítulo ya
se cansa, pensé. Y seguí capitulo tras capitulo, esperando el paso en falso
maliciosamente, pero degustando cada juego lingüístico, etimológico figurativo
que el guaraní y el portugués nos da desde su despreocupado acento de dientes
blancos. Esperaba el seis y veinte en cualquier momento (como se dice cuándo va
después del clímax), pero eso no se vio por ninguna línea. Su prosa lineal
acompaña a la trama desde una historia anecdótica, calcada de los prolijos manuales
de escritura de novela para bajarlos hasta los tugurios filológicos de la
frontera que lo clasifican en una auténtica joyita al estilo de “un Saramago
trucho” adjetivando desde su universo novelístico.
Leer la novela Gambito de Alberto
Molina es bucear entre el idioma y los usos del lenguaje. Un juego que nos hace
mirar desde arriba hacia abajo y viceversa, perder de vista estas
fronteras de los idiomas que convergen,
significaría para el lector, perder el hilo de las representaciones detrás de
cada escena, de cada figura que aparenta el sin sentido.
Más que por la trama, cruzar a
nado la diglosia fronteriza entre el guaraní, el castellano paraguayo y el
portugués es lo que realmente otorga el goce literario a esta obra. ¿Cuál es el
idioma que une a toda una cultura trasfronteriza? Tiene sus códigos, su forma
de trabajo, de esas cosas ya las sabemos por los noticieros, pero ¿qué hay del
retrato colectivo en las artes literarias de esta peculiar socio cultura
paraguaya del costado? La respuesta a estas preguntas, creo que es el punto
fuerte de la novela.
Durante la presentación el
compilador, Adalberto Müller la clasificó como literatura de contrabando a modo
de juego entre el significante y su significado (porque ojo, hay diferencia
entre autor y compilador) al traernos esta novela de la que no es autor pero
que la consiguió para nosotros “a un muy buen precio” como un compilador.
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De izquierda a derecha: Douglas Diegues, Jorge Canese, Cristino Bogado y Adalberto Müller |
La novela es narrada desde los
testimonios de Calisto, pero él no es el protagonista principal, aunque su
figura sea el satélite que circundemos. El personaje principal vive una vida
alejada de la realidad de las cosas, el lujo a su alrededor como motas de
perfume, es una fantasía; Agustín se enfoca solo en vivir bien, en los griegos
y el ajedrez, el resto lo deja al arbitrio de Calisto y es este contraste la
que invita como primer condimento de la trama. Son los mismos personajes
quienes se dividen entre realidad y fantasía, esa línea imaginaria que divide
la frontera de unos y otros.
Al final del libro nos
encontramos con un glosario muy nutrido de las palabras utilizadas en guaraní y
sus significados. Una especie de exorcismo póstumo del uso onomatopéyico que
tuvieron durante las cavilaciones de Calisto quien las hacía sonar entre sí
para hacer poesía, para explicar y desvelar sus meditaciones de personaje
literario, dividido entre el ser y no ser de la ficción. El guaraní hablado y
silvestre enumerado académicamente y diseminado en la novela es dividido por un guion entre guaraní - castellano creando
agilidad narrativa en la lectura, para que aprenda el que quiera aprender y
rememore el que ya sabe, una técnica novedosa comparando con otras obras.
Encontrar el reflejo del
pensamiento del autor, es una tarea que se desvanece en la lejanía de las
palabras que dibujan otras ideas. La novela gira entorno a su trama y a su
final verdaderamente fantástico o improbablemente real. Saber despersonalizarse
a la hora de ejercer la escritura da cuenta de un talento muy medido por parte
de el/las cabeza (s) implicadas en ésta publicación, solo el tiempo quizás nos
desvele otros trabajos de ese: “un tal Alberto Molina” que nos arroje más luz
aunque desde esta oscuridad hay cosas que brillan y atrapan como lo es su
trabajo.
La edición estuvo a cargo del
grupo de trabajo de la editorial Arandurã que tiene presencia en Facebook y desde
donde se puede adquirir ejemplares de la novela. Esperemos que hayan pensado en este título
como revelación para la feria del libro de Buenos Aires 2023, ya que leerlo da
cuenta de una descolonialización del entramado literario, difícilmente descubierto
en la literatura contemporánea a nivel regional y que encuentra un regente con
este titulo desde Paraguay.