Cuando me hablaron de este libro por el nombre, me llamó la atención la mención el santo. San Blas es un santo muy arraigado en la historia familiar de mi madre, tal es así que se mandó construir por pecunia de su familiar una capilla en donde el santo familiar quedó a resguardo, convirtiéndose (hasta hoy día de publicación de este articulo) en iglesia y en la que alguna vez (hace unos cien años atrás) fui bautizada en la fe católica.
San Blas también es santo de la nariz, oídos y graganta |
Les dejamos el siguiente enlace al blog de la entidad para los lectores
rapaces http://appa-arandu.blogspot.com/
Siguiendo con la trayectoria de nuestra autora, nos cuenta que hace 20 años
que está en la Alianza francesa y sus actividades y ciclos de cine alrededor
del psicoanálisis.
“Cuando alguien mejora
gracias al tratamiento psicoanalítico se saca esos lazos y mordazas que lo
mantienen apresado; y si uno se libera de aquello gracias al psicoanálisis,
entonces puede ser más útil para sí mismo, para los demás y finalmente se
vuelve mejor ciudadano. ¡Qué maravilla sería que todos los paraguayos nos
psicoanalizáramos! Al volvernos más consciente de nuestro inconsciente, ¡cuánta
creatividad se liberaría!”. Nos confía.
El lenguaje, el pensamiento y las vicisitudes históricas han moldeado una particularidad en nuestro ser y el imaginario que creamos para contarnos a nosotros mismos una realidad en la que nos unimos perpetuamente como sociedad civil. Mediante los estudios de Vacchetta en el campo del psicoanálisis se nos presenta a los autores, como una herramienta que nos iluminaría el camino hacia la creación.
Los ensayos se respaldan por teorías de autores como Freud, Lacan y
Heidegger. El libro se puso como objetivo aterrizarlas a cada acontecer
paraguayo, creando un patrón de ideas y pensamientos conscientes e
inconscientes de lo que nos mueve como colectividad. También pone de relieve, a
raíz de sus observaciones, la importancia de la salud mental como forjadora
creativa en las artes y la ciudadanía responsable porque es imposible tocar
temas como las artes y la filosofía sin la política, al fin de cuenta somos
seres sociales.
Las vertientes de las que se nutre crean una trama amplia y variada. La
mención de otros autores paraguayos de diversos géneros artísticos, desde la
pintura hasta la poesía, la música y la investigación nos ayudan a converger
todos los enunciados hacia una realidad que observamos pero que no sabíamos
cómo nombrar cuando del seudoconcepto de paraguayidad se habla entre artistas y
creadores.
La intervención de otros autores hace que la obra se enriquezca no
solamente de una rama y punto de vista (el de la autora) sino que las
contribuciones y aportes desde el ensayo y los estudios de lingüística hacen
que sus estudios y opiniones nos den una panorámica acabada de a lo que apunta
la conclusión del libro, cuando nos habla de la necesidad de un rescate y
redención como compromiso por parte de los “guardianes y reyes filósofos de La
Republica de Platón” (cap. 5 pag. 311).
Ahora, cuando una trama es tan laboriosa e intrincada es natural tener
espacios en donde el atado pudo haber sido más vigoroso y cerrado. Las
observaciones tienen una perfección milimétrica de cara a las teorías y al
empalme a nuestra idiosincrasia, pero me hubiese gustado que se cruce con las
observaciones personales de los ensayistas. Se habla puntualmente de las
posibles subjetividades dentro del entramado, pero la subjetividad podía haber
sido menor si es que le ponían una pizca de calle. Soy completamente consiente
que esa “pizca de calle” tiene connotaciones titánicas si estamos hablando de
una sociedad que en muchos casos desconoce sobre los beneficios del
psicoanálisis y la salud e higiene mental.
Arte del cap. 8 "charlando con tereré" |
Se subraya la idea lacia del tiempo y espacio en nuestra idiosincrasia y como
ésta se perpetúan en las expresiones coloquiales y finalmente se exterioriza en
costumbre. Desde mis interpretaciones del fenómeno las explico cómo “formas de liberarse”
mediante la palabra y sus usos en la comunicación. Tal vez sea una respuesta a
la opresión sufrida por propios y extraños.
El objetivo final sería ser salvos de “La tiranía” por lo menos en el
pensamiento, en ideas tan abstractas como el tiempo y el espacio y a su vez
otorgar como un obsequio al que hable el mismo idioma, el bienestar psicológico
de que él también es parte de ese espacio de libertad transitorio mediante el
lenguaje compartido (principio de inmediatez, tan bien explicado en un apartado
del libro).