jueves, 26 de septiembre de 2024

La hora de San Blas. Ensayos sobre la profunda conciencia del ser Ava.

Cuando me hablaron de este libro por el nombre, me llamó la atención la mención el santo.  San Blas es un santo muy arraigado en la historia familiar de mi madre, tal es así que se mandó construir por pecunia de su familiar una capilla en donde el santo familiar quedó a resguardo, convirtiéndose (hasta hoy día de publicación de este articulo) en iglesia y en la que alguna vez (hace unos cien años atrás) fui bautizada en la fe católica. 

En el prefacio del libro La hora de San Blas su autora, Mara Vacchetta, nos habla de la intersección divina del santo en el fortín de Corpus Christi. Apareció en el cielo un caballero de capa dorada y espada resplandeciente que lanzando llamas, hizo huir a los indios (pag. 15). La historia me recordó mucho a la ópera de Wagner que se estrenó en la mitad de mil ochocientos llamada Lohengrin: el héroe divino es calcado. Solo que el incidente del fortín fue en mil quinientos treinta y siete.     

San Blas también es santo de la nariz,
oídos y graganta
Sobre nuestra autora, oriunda del departamento de Guairá -Villa Rica del Espíritu Santo. Mara Vacchetta Boggino es filósofa, ensayista y psicoanalísta. Actualmente es maestra rural. Trabaja desde hace más de treinta años con la Asociación Psicoanalítica Paraguaya Arandu (APPA) cuya institución está destinada a la difusión del psicoanálisis Freudiano y Lacaniano.

Les dejamos el siguiente enlace al blog de la entidad para los lectores rapaces http://appa-arandu.blogspot.com/

Siguiendo con la trayectoria de nuestra autora, nos cuenta que hace 20 años que está en la Alianza francesa y sus actividades y ciclos de cine alrededor del psicoanálisis.

“Cuando alguien mejora gracias al tratamiento psicoanalítico se saca esos lazos y mordazas que lo mantienen apresado; y si uno se libera de aquello gracias al psicoanálisis, entonces puede ser más útil para sí mismo, para los demás y finalmente se vuelve mejor ciudadano. ¡Qué maravilla sería que todos los paraguayos nos psicoanalizáramos! Al volvernos más consciente de nuestro inconsciente, ¡cuánta creatividad se liberaría!”. Nos confía.

El lenguaje, el pensamiento y las vicisitudes históricas han moldeado una particularidad en nuestro ser y el imaginario que creamos para contarnos a nosotros mismos una realidad en la que nos unimos perpetuamente como sociedad civil.  Mediante los estudios de Vacchetta en el campo del psicoanálisis se nos presenta a los autores, como una herramienta que nos iluminaría el camino hacia la creación. 

Comprender los mecanismos que nos inducen a pensar y expresarnos de esta o aquella manera como colectividad, asociada en idiomas y costumbres, nos ilustra una panorámica del porque algunas cosas prenden como el fuego y la pólvora y otras se empecinan en apagarse como el carbón mojado.

Los ensayos se respaldan por teorías de autores como Freud, Lacan y Heidegger. El libro se puso como objetivo aterrizarlas a cada acontecer paraguayo, creando un patrón de ideas y pensamientos conscientes e inconscientes de lo que nos mueve como colectividad. También pone de relieve, a raíz de sus observaciones, la importancia de la salud mental como forjadora creativa en las artes y la ciudadanía responsable porque es imposible tocar temas como las artes y la filosofía sin la política, al fin de cuenta somos seres sociales.

Las vertientes de las que se nutre crean una trama amplia y variada. La mención de otros autores paraguayos de diversos géneros artísticos, desde la pintura hasta la poesía, la música y la investigación nos ayudan a converger todos los enunciados hacia una realidad que observamos pero que no sabíamos cómo nombrar cuando del seudoconcepto de paraguayidad se habla entre artistas y creadores.

La intervención de otros autores hace que la obra se enriquezca no solamente de una rama y punto de vista (el de la autora) sino que las contribuciones y aportes desde el ensayo y los estudios de lingüística hacen que sus estudios y opiniones nos den una panorámica acabada de a lo que apunta la conclusión del libro, cuando nos habla de la necesidad de un rescate y redención como compromiso por parte de los “guardianes y reyes filósofos de La Republica de Platón” (cap. 5 pag. 311).

Ahora, cuando una trama es tan laboriosa e intrincada es natural tener espacios en donde el atado pudo haber sido más vigoroso y cerrado. Las observaciones tienen una perfección milimétrica de cara a las teorías y al empalme a nuestra idiosincrasia, pero me hubiese gustado que se cruce con las observaciones personales de los ensayistas. Se habla puntualmente de las posibles subjetividades dentro del entramado, pero la subjetividad podía haber sido menor si es que le ponían una pizca de calle. Soy completamente consiente que esa “pizca de calle” tiene connotaciones titánicas si estamos hablando de una sociedad que en muchos casos desconoce sobre los beneficios del psicoanálisis y la salud e higiene mental.

Arte del cap. 8 "charlando con tereré" 


Lo mejor de leer un libro como La hora de San Blas es que al concluirlo también se llega a una opinión arriesgada proveniente de la más bruta interpretación, elegir capitulo a capitulo cuales capturaron mi interés sería extenderse demasiado. Sin embargo la parte del lenguaje y la lingüística con sus teorías y hallazgos del jopara, guaraní y castellano y la historia que hay detrás de estas tres formas de expresión me remitieron a su libertad inventiva.

Se subraya la idea lacia del tiempo y espacio en nuestra idiosincrasia y como ésta se perpetúan en las expresiones coloquiales y finalmente se exterioriza en costumbre. Desde mis interpretaciones del fenómeno las explico cómo “formas de liberarse” mediante la palabra y sus usos en la comunicación. Tal vez sea una respuesta a la opresión sufrida por propios y extraños.

El objetivo final sería ser salvos de “La tiranía” por lo menos en el pensamiento, en ideas tan abstractas como el tiempo y el espacio y a su vez otorgar como un obsequio al que hable el mismo idioma, el bienestar psicológico de que él también es parte de ese espacio de libertad transitorio mediante el lenguaje compartido (principio de inmediatez, tan bien explicado en un apartado del libro).

Si, así es la obra. Capaz de ponernos a pensar y cuestionarnos nuestras propios impulsos y si realmente somos tan libres como pensamos al no conocer nuestro subconsciente. La hora de San Blas es parte de una seguidilla de libros que tipifican otros temas tales como: Del amor y el deseo (2011) Era feliz y no lo sabía, las trampas del autoritarismo (2006) y otros siete libros más con la misma premisa: teorizar en las corrientes universales del psicoanálisis a nuestra sociedad paraguaya y ¿por qué no?, encontrar al final la llave perdida de nuestra creatividad identitaria.

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