martes, 21 de septiembre de 2021

Maria Luisa Bombal. Una extraña clase de mujer.

 “Debería estar prohibido a los vivos tocar la carne misteriosa de los muertos”

Así reza una de las frases más memorables de la inmortal obra de esta escritora chilena. María Luisa Bombal y a la que trajo la Narratura de algunas de sus excursiones por el ciberespacio, como ofrenda a sus lectores.  

Sin embargo desoyendo esta frase, nos adentramos a diferentes aspectos de su biografía y que la vivió al límite de sus emociones como combustible para sus personajes que eran profundamente emocionales.  

"Recordar el ayer nos hace nacer. Imaginar el mañana nos hace nacer. Nacemos siempre en el presente. Siempre nacemos, jamás envejecemos. Siempre nacemos". 

María Luisa escribió novela, cuento, novela cortas y poesías a lo largo de su carrera literaria. Sin embargo, no siempre estuvo abocada a la literatura a pesar de tener actitudes innatas con las letras desde muy temprana edad, dejando patente que a los cinco ya había aprendido a leer y dominaba la ortografía.

Tras la muerte de su padre, ella, su madre y hermanas tuvieron que mudarse a Francia en donde ella pasaría la mayor parte de su niñez y adolescencia, periodo en el que adquirió el dominio del idioma. En 1928, a los dieciocho, ingresa a la Facultad de Letras de la Universidad de Sorbona donde obtuvo un certificado de literatura francesa que le daba derecho a ser profesora de literatura francesa, certificado que obtuvo con una tesis sobre Prosper Mérimée.

María Luisa Bombal recuerda uno de los momentos más felices de su vida como escritora:

 “Fue en La Sorbbone en Francia, cuando cursaba mi licenciado en letras, un gran profesor de literatura elogió un cuento mío entre cien mil más de nosotros sus estudiantes; algo como un concurso escrito de cuentos sobre el mismo tema. Nunca tuve mayor impresión de oír resonar mi nombre Marie Louise Bombal por todo el anfiteatro, había seleccionado sólo cuatro cuentos y el primero el mío (…) ¡uf! ¡De los mejores de mi vida!”, dice en entrevista con la escritora argentina Victoria Pueyrredon en 1972.

Y es en esa inquietud juvenil por explorar otras capacidades y aptitudes en donde comienzan a aparecer los primero frutos amargos de la vida de adulta que le esperaba al inicio de su camino. Más tarde, a raíz que su licenciatura definitiva en literatura hispánica le imponía un examen de Latín, Maria Luisa decide saltarse algunas clases, episodios en los que aprovechó para estudiar arte dramático en los cursos de l'Atelier con Charles Dullin​a escondidas del escrutinio de su madre y tíos ya que en esos tiempos era mal visto, que una señorita de sociedad se aventurara por las artes escénicas.

Entre estos dos pasajes de a continuación, se puede adivinar el preciso instante en que su carrera artística tomó su rumbo y cómo los acontecimientos fueron modelando su autonomía sobre una de las ramas junto con las sensaciones que más tarde perpetuaron en su forma de escritura y pensamiento, la autoridad de su rasgo distintivo.

Para entonces su madre había vuelto a Chile y de Maria Luisa se hacían cargo sus tíos: vivía en una pensión pero pasaba los fines de semana con ellos. ​ En aquel entonces el atelier Dullin solía utilizar a sus estudiantes de la escuela como extras en sus representaciones. María Luisa participó en una de ellas y fue reconocida por unos amigos de su familia en el público, quienes informaron a su tío.


Al día siguiente su propio tío la vio salir a escena y la obligó a salirse del teatro, dejando precedente de un auténtico escándalo al dejar de hacerse cargo de ella delante de su madre en París, obligándola a regresar junto a ella hasta su Chile Natal a bordo del barco “La reina del mar”. Más tarde, Maria Luisa declararía “que lo que la movió a renunciar fue que verdaderamente no consideraba tener vocación de actriz”. Un acomodo que ella adoptó ante el bochorno sobre las tablas en sus inicios como intérprete.

Al acomodarse en Chile y  sin nada más que hacer, se inclinó hacia la vida literaria de la mano de Marta Brunet, una escritora poco mayor que ella (veintitrés años) y quien la adentra en su primer acercamiento al mundo artístico de Santiago, donde conoce a figuras como Pablo Neruda y Julio Barrenechea. ​ La impresión que despierta en los escritores es unánime: “María Luisa Bombal tiene demasiada personalidad para ser mujer, libre de prejuicios”, “La abeja de fuego” la llamó Neruda, por enérgica y apasionada.

En 1932 con Marta Brunet forma la "Compañía Nacional de Dramas y Comedias", dirigida por Luis Pizarro, que estrena el 4 de noviembre en el Teatro Carrera. La abeja de fuego no se dejó acobardar y cuatro años después de aquel incidente en Paris, se dio otra oportunidad en las tablas, María Luisa toma un papel como actriz en Una mujer sin importancia de Oscar Wilde.​  Su desempeño es bien recibido por la crítica, dejando precedente de que talento no le faltaba.  Pero finalmente, el recuerdo de aquella vez en que su tío la había asaltado en medio de sus interpretaciones habían dejado huella en su personalidad a la hora de encarnar protagonistas sobre las tablas, se había apoderado de ella una falta de flexibilidad en la interpretación de los personajes, dejando un profundo ramalazo en su carrera de actriz que ella misma notaba y al que dio el final definitivo, al darse cuenta de que la cicatriz había sido demasiado profunda, eligiendo finalmente a la literatura.

Otro de los aspectos que re direccionó a su prosa es el de tener actitudes aptas para la música, ya que había tocado el violín hasta los diecisiete años cristalizando esa musicalidad en sus líneas escritas. Sensibilidad que le ha otorgado la capacidad de interpretar los sentimientos y misterios femeninos más profundos.

 “No podía hacer las dos cosas, el violín es un instrumento endiablado, que toma toda la vida (…) Entonces era una cosa u otra”, dijo María Luisa en entrevista con la escritora Victoria Pueyrredón.

Este periodo de su vida estuvo marcado por desencuentros en su vida artística en las tablas y a nivel sentimental marcando un hondo estado depresivo acentuado por la promesa de matrimonio fallida y la separación de Eulogio Sanchéz quien sería su primer y único gran amor y al que le debe uno de los quiebres emocionales más violentos de su vida en un intento de suicidio. Pablo Neruda que en ese momento se desempeñaba como cónsul en la ciudad de Buenos Aires, la invitó a pasar una temporada lejos de Santiago y todos los recuerdos que le podían acarrear a su estado depresivo.

Fue en ese periodo de su vida que conoció a Borges, y con quien entabló amistad y quizás inspiración para retomar su escritura en la cocina de la casa de Neruda, donde María Luisa encuentra su espacio y empieza su primera novela: La última niebla.

Es por esto que Neruda le da un nuevo apodo “mangosta”, el nombre de un animalito oriental que se acomoda en cualquier parte y es suave y discreto, pero que también es un predador pequeño y que tiene la suficiente bravura como para enfrentarse a venenosas serpientes.

No pasó mucho tiempo antes de que Neruda se sumara al otro lado de la mesa y confluyeran en ese espacio lecturas y críticas de sus respectivos proyectos. Por ese entonces, el poeta trabajaba en Residencia en la Tierra. Y más tarde Bombal reconoció la influencia de este libro en su propia escritura, una prosa a la que no pocos críticos han denominado poética.

Por ese entonces en 1938 Maria Luisa ya tenía el manuscrito de “La amortajada”, le habla a Borges sobre su novela pidiéndole que la leyera y le diera su opinión, soportó las críticas de Borges con valentía y a pesar de sus prohibiciones “La mangosta” siguió su cometido hasta publicar la novela el mismo año. Dejando el precedente de una obra que marco una huella imborrable en la literatura latinoamericana.

"Borges me dijo que ésa era una novela imposible de escribir porque se mezclaba lo realista y lo sobrenatural, pero no le hice caso", Bombal

 Asimismo, La amortajada, una de sus grandes novelas ha sido señalada como antecedente de Pedro Páramo, reconocida ampliamente como precursora de la corriente del realismo mágico y única novela del mexicano Juan Rulfo, publicada en 1955. El escritor mexicano señalaba a José Bianco que La amortajada era una novela que lo había impresionado profundamente en su juventud. De hecho, algunos estudiosos proponen a Bombal como la verdadera originaria del realismo mágico.

Dos años después en que comenzó meteóricamente su carrera como escritora, guionista de la película “La casa del recuerdo, de Saslavsky” Ella regresa a Chile, busca a Eulogio Sanchéz para cobrar venganza por la traición, ya que el había dejado en claro que jamás se volvería a casar y en esa vez habia regresado del extranjero con una nueva esposa. María Luisa da con él tras ocho años sin verse. Ella venía de Buenos Aires, del divorcio de un matrimonio de apariencia con su amigo Jorge Larco. Luego de encararlo, por la promesa de matrimonio fallida, por su desatino en el amor, le disparó tres veces, hiriéndolo solo en el brazo. A raíz del incidente va a la cárcel, ella declaró: "Al matarlo mataba mi mala suerte, mataba mi chuncho” el herido la eximió de toda culpa y una vez absuelta, viajó hasta los Estados Unidos.

Se asentó e hizo su vida en Nueva York donde se casó y tuvo una hija. Aprendió el idioma inglés y trabajó en doblaje, traducción y subtítulos de películas al español. Sin dejar de lado su vida literaria en la que escribió sus libros, la trenza y otros relatos y la maja y el ruiseñor. Publica la historia de María Griselda en una revista de estados unidos llamada: Norte edición 10. Logró la traducción de su novela la casa de la niebla al inglés que tuvo muy buenas críticas.

Al cabo de 1969 fallece su esposo y en 1973 regresa definitivamente a Chile, a continuar con su carrera literaria cosechando premios:


El 22 de septiembre de 1976 recibe el Premio Academia, por el buen uso del idioma castellano.

En 1976 publica su antigua novela inédita La historia de María Griselda, con la que obtiene el premio Libro de Oro, entregado por la Agrupación de Amigos del Libro.

En 1978 el 22 de diciembre, recibe el Premio "Joaquín Edwards Bello", otorgado a los valores literarios de la Quinta Región

 En 1980 le sorprende a María Luisa Bombal sus últimos días en el hospital El salvador por un coma hepático.

 Hasta aquí las extraordinarias peripecias de la vida de Bombal. Volviendo a sus trabajos como escritora, muchos comparan su prosa con Virginia Woolf y Faulkner por eso también te dejaremos por aquí el enlace para que leas uno de sus cuentos que se llama: "El secreto" y que de seguro estara en las Arcas de La Narratura personalmente yo encuentro cierto parecido con un cuento que se llama: "Cuento azul" de Marguerite Yourcenar y que por su belleza también va a pertenecer en breve al arcón de la Narratura.

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