Actualmente, la literatura
paraguaya tiene peldaños repetidos que la conforman: En el aspecto político, la
narrativa recrudece los recuerdos históricos y anecdóticos, es decir, hace un
traspié eterno en las mellas psicológicas de la dictadura en la psique
colectiva, protagonistas de tramas que los autores buscan exorcizar y que en este
sentido no fueron las letras escritas por mujeres la excepción.
A estas alturas, nos abocaremos a
la literatura hecha por mujeres que no es lo mismo, que la literatura feminista.
Tendremos en cuenta dos géneros que son polos opuestos; la realista y la
neofantástica.
Como expositora de la literatura
realista escrita por mujeres tenemos a Luz Saldívar que es una de las
revelaciones en la narrativa paraguaya del siglo XXI, su trayectoria en el
teatro, la docencia y el campo de la filosofía hacen de ella un referente cuando
del pensamiento femenino (en lo cotidiano) quisiéramos ahondar.
Nos revela el mundo interior femenino
que se esconde a la vista, retomando las tramas psicológicas en donde explora
las relaciones interpersonales y las figuras del opresor y el oprimido, no cómo
figuras políticas sino como una relación de poder en las complejidades humanas,
más allá de los géneros. Se encierran en sí misma y da forma a los amores
furtivos y a las astucias que le permitieron sobrevivir en el anonimato del
mundo doméstico. Nos descubre una parte de la naturaleza femenil, evolucionando
hoy por hoy hacia la literatura como un fin en sí misma, tal es el caso de los
cuentos intimistas de su libro “Odio strawberry fields forever y otros cuentos”
publicado en el 2017 bajo el amparo de la editorial Arandurã , consta de nueve
cuentos que se abocan al enfrentamiento de los protagonistas con el entorno o
desde sus márgenes filosóficas desde el ego contra la realidad.
Sus cuentos presentan a la
actualidad pero no se encierran en un tiempo definido, los espacio físicos
suburbanos, la oficina, un dormitorio son como las evocaciones de los recuerdos
en la mente, pequeños fragmentos que nos dejan entrever las tramas, siempre atravesadas
por el dominio de los sentimientos, ilustrando con sus cuentos cómo nuestra
existencia puede estar subyugada a las pasiones a pesar de lo que pudiera pasar
en el exterior de la cotidianeidad. El toque novedoso lo da sin la necesidad de
hacer mella en las memorias políticas para ilustrar esa relación de
codependencia tóxica que a veces se puede adivinar en el universo femenino.
Viendo esto desde una perspectiva
sociológica, ¿cual habrá sido primera, las relaciones políticas tóxicas, o las
relaciones interpersonales tóxicas subieron al poder? ¿Se puede hablar de que
lo políticamente aceptado también hace su gala en las relaciones personales o
familiares de un pueblo? Yo creo que sí, la literatura paraguaya es un
testimonio de como permea la política, la sociedad y la cultura en las tramas,
salpicando géneros y buscando renovarse a pesar de la repetición.
Luz Saldivar. Actriz, docente y filósofa |
Sin embargo, esto no ha hecho
mella en la producción actual y cada vez se van engrosando más las nóminas con
nombre de mujer, que han ganado premios y concursos desde la profundidad de sus
obras. Integrando una saludable diversidad en la literatura paraguaya del
último siglo, con sus tramas, géneros y temáticas, muy alejadas ya del tema
inicial de las persecuciones políticas y sus personajes anónimos encarnados en
las figuras de sus cónyuges. Atrás quedó
por suerte, eso de encarar a la escritura como un escape psicológico del rapto
eterno de las sabinas y que por las noches nunca se animaron a escapar de sus
maridos.
Siguiendo las bifurcaciones del
tema hacía otro tipo de tramas, nos adentramos a las incursiones de movimientos
literarios renovadores, como alarde de la diversidad que se gesta desde la
literatura hecha por mujeres y que valen ser distinguidas por sus aportes al
tapiz paraguayo.
Con la irrupción del movimiento neofantástico
en la literatura paraguaya, tenemos el trabajo de Mabel Pedrozo escritora
fallecida en el 2022 con una prolífica carrera desde su estilo personal. Su
libro de cuento “Los bultos”, publicado en el 2012 bajo el sello editorial de
Criterio ediciones. Está conformado por quince cuentos cuyo hilo conductor es
un movimiento literario muy poco observado en la narrativa anterior y que hizo
su irrupción con este libro.
Asomarse al trabajo de Mabel
Pedrozo es como mirar las aguas profundas de un pozo en el que se refleja la
luna. Pedrozo en sus cuentos nos retrata las casas antiguas de Asunción,
envueltas en melancolía y secretos, trata de abarcar una realidad absoluta en
la que incluya el cuerpo material y el abstracto de sus protagonistas.
El género que estampó en este
trabajo es uno que es relativamente nuevo, su nombre fue acuñado en 1975 como
“movimiento neofantástico”, que se caracteriza por asumir a la realidad como
una máscara que oculta una segunda realidad, a la que Pedrozo indaga y nos
sumerge.
La presencia de las voces
narrativas empleadas por ella; desde la tercera persona hasta el yo
protagonista, establece un pacto con su lector, a partir del cual ahondamos de
su mano, en un nuevo ambiente que se va desvelando imperceptiblemente hasta las
lindes del surrealismo en unas veces, en otras, hasta el límite de no
plantearnos preguntas sobre la naturaleza del hecho o sobre la ambigüedad de
los finales de sus cuentos, precisamente por la belleza de las imágenes
literarias a las que nos sumerge con el viaje lisérgico de su narrativa.
Mabel Pedrozo. Abogada, periodísta (1965 - 2022) |
Las letras escritas por mujeres es
como su nombre lo dice, una forma distinta de encarar a la literatura. Entrevé
una perspectiva distinta de la literatura tradicionalista que no repara en
cosas que la literatura escrita por mujeres atesora y convierte en otra forma
de narrar y crear, aportando esa diversidad infinita que solamente se compara
con la capacidad inventiva del ser humano al integrar la totalidad de sus dos
ambivalencias en pos de un todo.
La incursión del neofantástico en
la literatura paraguaya y que cultivó prolíficamente en sus escritos es una de
las razones por las que quise nombrar a las obras de Mabel Pedrozo y por
pintarnos el panorama emocional del género femenino la narrativa sensitiva e
intimista de Luz Saldívar
Sus demás colegas femeninas hurgan
la temática de la alienación del género y el exilio de forma recurrente y
sistemática, sin llegar a consagrarse en el lado de la literatura femenina
entendida ésta como la literatura del mundo interior y los sentimientos
femeninos (Luz Saldivar) ni como literatura feminista, clasificada ésta como la
directamente militante hacia una crítica social (Carmen Soler).
Escribir siendo mujer es un
trabajo vigoroso que requiere de una constante observación de sus colegas,
agregándole experiencias propias con la confianza suficiente como para no
quedar a medio camino de ser medio femenina o medio feminista.
Arriesgarse a un amago tímido,
cuyo impulso queda sin fuerzas en la consagración de las obras, es dejar a la
escritura de mujeres apenas como una forma de exorcizar malos recuerdos.
Retrocediendo en los nuevos bríos que ha comenzado a tomar la literatura
paraguaya, no acompañando la originalidad literaria de sus colegas masculinos,
en el tratamiento de nuevas aristas, temáticas y movimientos para ilustrar el
mundo interior de la narrativa paraguaya.
Desafío que Saldívar y Pedrozo, esquivaron con la gracia y elegancia de
dos gacelas para formar parte de la verdadera originalidad narrativa en la
literatura paraguaya.
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