viernes, 8 de marzo de 2024

Literatura hecha por paraguayas. Más que solo un género demostrativo

Actualmente, la literatura paraguaya tiene peldaños repetidos que la conforman: En el aspecto político, la narrativa recrudece los recuerdos históricos y anecdóticos, es decir, hace un traspié eterno en las mellas psicológicas de la dictadura en la psique colectiva, protagonistas de tramas que los autores buscan exorcizar y que en este sentido no fueron las letras escritas por mujeres la excepción.   

A estas alturas, nos abocaremos a la literatura hecha por mujeres que no es lo mismo, que la literatura feminista. Tendremos en cuenta dos géneros que son polos opuestos; la realista y la neofantástica.

Como expositora de la literatura realista escrita por mujeres tenemos a Luz Saldívar que es una de las revelaciones en la narrativa paraguaya del siglo XXI, su trayectoria en el teatro, la docencia y el campo de la filosofía hacen de ella un referente cuando del pensamiento femenino (en lo cotidiano) quisiéramos ahondar.

Nos revela el mundo interior femenino que se esconde a la vista, retomando las tramas psicológicas en donde explora las relaciones interpersonales y las figuras del opresor y el oprimido, no cómo figuras políticas sino como una relación de poder en las complejidades humanas, más allá de los géneros. Se encierran en sí misma y da forma a los amores furtivos y a las astucias que le permitieron sobrevivir en el anonimato del mundo doméstico. Nos descubre una parte de la naturaleza femenil, evolucionando hoy por hoy hacia la literatura como un fin en sí misma, tal es el caso de los cuentos intimistas de su libro “Odio strawberry fields forever y otros cuentos” publicado en el 2017 bajo el amparo de la editorial Arandurã , consta de nueve cuentos que se abocan al enfrentamiento de los protagonistas con el entorno o desde sus márgenes filosóficas desde el ego contra la realidad.

Sus cuentos presentan a la actualidad pero no se encierran en un tiempo definido, los espacio físicos suburbanos, la oficina, un dormitorio son como las evocaciones de los recuerdos en la mente, pequeños fragmentos que nos dejan entrever las tramas, siempre atravesadas por el dominio de los sentimientos, ilustrando con sus cuentos cómo nuestra existencia puede estar subyugada a las pasiones a pesar de lo que pudiera pasar en el exterior de la cotidianeidad. El toque novedoso lo da sin la necesidad de hacer mella en las memorias políticas para ilustrar esa relación de codependencia tóxica que a veces se puede adivinar en el universo femenino.

Viendo esto desde una perspectiva sociológica, ¿cual habrá sido primera, las relaciones políticas tóxicas, o las relaciones interpersonales tóxicas subieron al poder? ¿Se puede hablar de que lo políticamente aceptado también hace su gala en las relaciones personales o familiares de un pueblo? Yo creo que sí, la literatura paraguaya es un testimonio de como permea la política, la sociedad y la cultura en las tramas, salpicando géneros y buscando renovarse a pesar de la repetición.

Luz Saldivar.
 Actriz, docente y filósofa

Volviendo al libro de cuentos de Saldivar, su lenguaje es sencillo en unas y no desprovisto de ideas complejas en otras, se ostenta como la rúbrica de un arte conformado por las huellas diarias de un mundo interno con el mismo género. Un mundo que la literatura femenina se encarga de plasmar con palabras conforme a su experiencia para la posteridad literaria de un país en donde, si bien ha registrado un incremento de las mujeres que escriben, todavía experimenta la solapada indiferencia a su trabajo literario en materia narrativa. 

Sin embargo, esto no ha hecho mella en la producción actual y cada vez se van engrosando más las nóminas con nombre de mujer, que han ganado premios y concursos desde la profundidad de sus obras. Integrando una saludable diversidad en la literatura paraguaya del último siglo, con sus tramas, géneros y temáticas, muy alejadas ya del tema inicial de las persecuciones políticas y sus personajes anónimos encarnados en las figuras de sus cónyuges.  Atrás quedó por suerte, eso de encarar a la escritura como un escape psicológico del rapto eterno de las sabinas y que por las noches nunca se animaron a escapar de sus maridos.

Siguiendo las bifurcaciones del tema hacía otro tipo de tramas, nos adentramos a las incursiones de movimientos literarios renovadores, como alarde de la diversidad que se gesta desde la literatura hecha por mujeres y que valen ser distinguidas por sus aportes al tapiz paraguayo.

Con la irrupción del movimiento neofantástico en la literatura paraguaya, tenemos el trabajo de Mabel Pedrozo escritora fallecida en el 2022 con una prolífica carrera desde su estilo personal. Su libro de cuento “Los bultos”, publicado en el 2012 bajo el sello editorial de Criterio ediciones. Está conformado por quince cuentos cuyo hilo conductor es un movimiento literario muy poco observado en la narrativa anterior y que hizo su irrupción con este libro. 

Asomarse al trabajo de Mabel Pedrozo es como mirar las aguas profundas de un pozo en el que se refleja la luna. Pedrozo en sus cuentos nos retrata las casas antiguas de Asunción, envueltas en melancolía y secretos, trata de abarcar una realidad absoluta en la que incluya el cuerpo material y el abstracto de sus protagonistas.

El género que estampó en este trabajo es uno que es relativamente nuevo, su nombre fue acuñado en 1975 como “movimiento neofantástico”, que se caracteriza por asumir a la realidad como una máscara que oculta una segunda realidad, a la que Pedrozo indaga y nos sumerge.

La presencia de las voces narrativas empleadas por ella; desde la tercera persona hasta el yo protagonista, establece un pacto con su lector, a partir del cual ahondamos de su mano, en un nuevo ambiente que se va desvelando imperceptiblemente hasta las lindes del surrealismo en unas veces, en otras, hasta el límite de no plantearnos preguntas sobre la naturaleza del hecho o sobre la ambigüedad de los finales de sus cuentos, precisamente por la belleza de las imágenes literarias a las que nos sumerge con el viaje lisérgico de su narrativa.

Mabel Pedrozo.
Abogada, periodísta
 (1965 - 2022)

Los escenarios recurrentes, son los paisajes anímicos de los protagonistas de su obra. Lo neofantástico concibe a la realidad donde se puede observar esa otra realidad; esa es la trama principal del libro de Pedrozo donde incursionan elemento insólito a la vida cotidiana de sus personajes, haciendo que el concepto de realidad sea ambiguo e inquietante. Pero no por tener estos condimentos llega a tener la temática de lo sobrenatural al excluir al miedo en esta obra en específico.   

Las letras escritas por mujeres es como su nombre lo dice, una forma distinta de encarar a la literatura. Entrevé una perspectiva distinta de la literatura tradicionalista que no repara en cosas que la literatura escrita por mujeres atesora y convierte en otra forma de narrar y crear, aportando esa diversidad infinita que solamente se compara con la capacidad inventiva del ser humano al integrar la totalidad de sus dos ambivalencias en pos de un todo.  

La incursión del neofantástico en la literatura paraguaya y que cultivó prolíficamente en sus escritos es una de las razones por las que quise nombrar a las obras de Mabel Pedrozo y por pintarnos el panorama emocional del género femenino la narrativa sensitiva e intimista de Luz Saldívar

Sus demás colegas femeninas hurgan la temática de la alienación del género y el exilio de forma recurrente y sistemática, sin llegar a consagrarse en el lado de la literatura femenina entendida ésta como la literatura del mundo interior y los sentimientos femeninos (Luz Saldivar) ni como literatura feminista, clasificada ésta como la directamente militante hacia una crítica social (Carmen Soler).

Escribir siendo mujer es un trabajo vigoroso que requiere de una constante observación de sus colegas, agregándole experiencias propias con la confianza suficiente como para no quedar a medio camino de ser medio femenina o medio feminista.

Arriesgarse a un amago tímido, cuyo impulso queda sin fuerzas en la consagración de las obras, es dejar a la escritura de mujeres apenas como una forma de exorcizar malos recuerdos. Retrocediendo en los nuevos bríos que ha comenzado a tomar la literatura paraguaya, no acompañando la originalidad literaria de sus colegas masculinos, en el tratamiento de nuevas aristas, temáticas y movimientos para ilustrar el mundo interior de la narrativa paraguaya.  Desafío que Saldívar y Pedrozo, esquivaron con la gracia y elegancia de dos gacelas para formar parte de la verdadera originalidad narrativa en la literatura paraguaya.