sábado, 7 de mayo de 2022

Mientras Asunción Duerme. Entrevista al escritor Aldo Luberta Martínez

En un post anterior estuvimos hablando de las configuraciones que hacen que una novela sea negra o policial. Vamos a dedicar estas líneas exclusivamente a desglosar lo que es la novela de Aldo Luberta Martínez “Mientras Asunción duerme” y cómo es ser escritor de novela negra en Paraguay, tópicos que muy amablemente accedió a contarnos en una entrevista pormenorizada de lo que es ser escritor de novela negra en Paraguay.

“Antes que nada quiero dejar en claro que lo que me atrae de la novela negra no es el morbo de lo sucedido, sino la trama de la investigación, de cómo se puede llegar a sacar, y las mil maneras que hay de resolverlas, algunas muy inteligentes otras muy casuísticas, a veces no se resuelven, pero las formas que hay y los procedimiento escritos, o sea, puede estar escrito el ABC pero como vas a resolver el caso finalmente, no”.   


Nos refiere Luberta con el ánimo despejado. Ya predispuesto a las preguntas con una franqueza que se le puede leer en los ojos y que desde La Narratura salvaje atesoramos con este sencillo homenaje que le hacemos a cada escritor, cuyo talento vemos brillar y al que queremos dar a conocer con estas entrevistas,  guiando a sus posibles lectores a asomarse a ese mundo desconocido y montarás como lo es la vida de escritor en Paraguay.

¿Hace cuánto que viniste a Paraguay?

Llegué a Paraguay el 6 de marzo del 2006, llegamos mi esposa y yo por un contrato de la universidad del Norte, ya mis suegros estaban acá que son cubanos también

Con esta introducción del autor, nos adentraremos a su obra desde un género en el que todos los paraguayos somos personajes anónimos y cuya trama principal es la estrella de los noticieros y diarios. Aldo Luberta Matinez nos trajo a la luz desde el 2012 con sus dos novelas “Por mano propia” y “Mientras Asunción duerme”, esta propuesta novedosa si miramos los géneros más habituales en los estantes literarios de Paraguay.

Hablame del arte de tapa de tu libro, ¿tuviste algo que ver o fueron cuestiones aparte de la edición?

Sobre el arte de tapa: si, uno propone, pero la artista de Arandurã del arte de tapa se llama Cecilia Rivarola, ella es la que acepta todas las sugerencia, acepta todo lo que tú le mandas, las imágenes de referencia etc., y ella termina haciendo el arte final, digo arte porque es un arte lo que hace Cecilia, es un arte lo que hace.  La tapa de “Por mano propia”, hace poquito, yo estaba en una feria y una niña me dijo: la tapa me da miedo, una niña que bueno que lee literatura para niños, pero una niña se acercó con sus padres y yo le dije: te da miedo, bueno es novela negra, es policiaco, y es un poco trasmitir el mensaje de la obra 

La comunidad literaria Paraguaya atraviesa la etapa narrativa más prolífica desde la era democrática. Actualmente estamos de cara a una superproducción literaria bien dividida y nutrida en todas las vertientes de la literatura: Desde micro cuentos en plataformas digitales, hasta las producciones más complejas de cuento, novela y poesía con impresiones editoriales. Y hablando de variedad también estamos incursionando en varios géneros a los que anteriormente no se le daba la debida atención, como por ejemplo los géneros de horror, suspenso y el romántico.

Luberta se suma a esta variedad inusitada con sus otros trabajos denominados:

·      “La vida es un monólogo” (Arandurã-2016) Titulo que tiene tirada en una editorial Alicantina denominada: Caminos.

·    “Cubanadas de Cáncer a Capricornio" (Arandurã-2017)                   

    "Cuarenteneando" (Arandurã-2021) 

¿Por qué te decidiste en venir acá? (Hablanos de tus motivaciones ya sean personales, económicos, familiares)

Había estado en el años 98 en Francia, en un intercambio, había visto como nosotros vivíamos en Cuba y como se vivía en Francia y comparando ni remotamente no había nada que ver, pero si me di cuenta que en cuba yo trabajaba en los medios en ese momento tenía casi 30 años, tenía 29 en el 98 y conocí chicos que trabajando en los medios de comunicación, tenían una vida independiente, tenían sus comodidades nadie les había regalado nada, se lo ganaron trabajando y yo quería hacer lo mismo y en Cuba me era imposible y yo no entendía porque yo con casi 30 años siendo profesional con reconocimiento tenía que vivir en casa de mis padres, entonces bueno, llegué. No me podía quedar en Francia, vivir en Francia no es lo mismo que vivir en Paraguay, a parte que tenía una situación de familia muy particular, mi abuela estaba viva, quería acompañarla, ella lo dio todo por mí y yo tenía que dar todo por ella, así como sucedió, estuve con ella hasta el último suspiro y se me dio la oportunidad de venir a Paraguay, bueno, vine supuestamente por un año y ahora hace dieciséis (risas)y así es la vida.


En “Mientras Asunción duerme”, Luberta nos trae el género policial bien trabajado con las figuras claves de la trama, perfectamente alineadas y en relieve. Los objetos dramáticos son fáciles de adivinar: el arma homicida, la figura de la prostitución, el whisky, las drogas y las referencias sobre la ciudad en la que ocurren los sucesos, hacen que para los lectores interesados en adentrarse en la novela negra desde el post anterior, este perfectamente ilustrada dentro de Mientras Asunción duerme.


La trama principal se divide en tres historias, fraccionadas en el espacio geográfico de Paraguay pero unidas por el tiempo psicológico de un día, donde conocemos a los personajes desde sus orígenes, su niñez, su vida adulta y peripecias para sobrevivir hasta la situación que los pone de personajes en las historias que conforman la novela, perfectamente entrelazada entorno a un caso real ocurrido en Caazapa en el 2001.

Sobre tu trabajo como escritor. ¿Cómo fue que te animaste a hacer la publicación de tu primera novela: por mano propia? ¿Con cuántos ejemplares comenzaste?

Estando en Cuba el 1 de junio del 2004 leí un cable que entró a los servicios informativos de la emisora de radio donde yo trabajaba, narrando lo que le había sucedido a Felicita Estigarribia y que habían encontrado el cuerpo, entonces con eso me quedé: se me quedó en la memoria, no pensaba todavía en venir acá pero cuando llegué a Paraguay empecé a investigar el caso.

Con “Por mano propia”, estuve siete años escribiendo, empecé en el 2007 y terminé en el 2014, investigaba, me aparecían cosas nuevas, no me gustaba lo que escribía, lo quitaba y lo iba a poner otra vuelta etc. hasta que mi esposa presente en todas mis obras me dijo: -mira, si no la terminás, no la vas a terminar nunca-. Y entonces en el 2014 ya me sentí medio complacido con lo que estaba escrito, porque satisfecho nunca y se dio la oportunidad, conocí después de mucho andar por editoriales, tú sabés como es, que nosotros los escritores subvencionamos nuestras publicaciones, después de mucho andar por editoriales que no te voy a mencionar, muy malos tratos en algunas, malos tratos que yo respondí, tampoco me quedé callado, conocí a Cayetano Quatrocchi de casualidad, por unos amigos en común y le presenté el manuscrito, y le gustó y Cayetano tiene una cosa que aunque tú le pagues si no le gusta lo que le presentás no te lo acepta de una, y entonces le gustó y empezamos a trabajar. Hice una primera edición de 200 ejemplares, una edición pequeña y bueno, quería probar esa era la incertidumbre de si me iba a ir bien o no. Lancé “Por mano propia” el 27 de noviembre del año 2015 una noche mágica, una noche en que se hizo el primer black Friday en Paraguay, una noche que cayó una tormenta y esa noche se llenó mi presentación, esos 200 ejemplares prácticamente se agotaron en esa semana, tuve mucho apoyo de los medios de comunicación, tuve muchísimo apoyo del diario 5 días, en ese momento yo era periodista de allí y el diario sacó en tapa: “Periodista Aldo Luberta Lanza su primera novela” ( “alabo sea; risas”) por poco me infarto, ¡TE LO JURO! (risas) Entonces bueno, comencé con esos 200 ejemplares que se me agotaron en esa semana y vinieron otros libros, vinieron después: “La vida es un monólogo”, después vino “cubanadas de cáncer a capricornio”, “Mientras Asunción duerme” después el libro de micro cuentos que fue un reto, una exhortación de mi señora, después vino “cuarenteneando” y ahora en mayo sale una antología donde publico mi primer cuento distópico, tengo mucha influencia de George Orwell de su 1984 y la rebelión en la granja    

El marco temporal de Mientras Asunción duerme es la actualidad, el uso de las tecnologías fue clave para la resolución de la trama, los temas fueron: el homicidio, fratricidio y los crímenes de odio, poniendo énfasis en la vida y motivaciones del culpable, tratando de explicar los orígenes socioculturales de la delincuencia.

El narrador es observador externo y conforme avanza, va adquiriendo pluralidad en la historia, estructurando a simple vista en diálogos, las motivaciones e impresiones de los personajes que se caracterizan por ser planos; bien divididos en buenos y malos, una nomenclatura característica muy marcada del género policial. Tiene un ritmo narrativo dinámico, sin momentos de lasitud y bien estructurado para la acción constante, los diálogos son simples y ordenados linealmente. Por momentos es como si transgredieran la tercera pared como se llama en cine, para entablar conversación con el lector, otorgándole una polifonía interesante al darnos un pantallazo de lo que ocurre afuera con el personaje, y dentro del mismo a raíz de los acontecimientos de la trama, sin llegar a ser narrador omnisciente.   

Una peculiaridad muy grata fue encontrar en la narrativa el empleo del tuteo durante toda la novela de forma orgánica y diligente, sin que genere incomodidad a un lector paraguayo promedio, acostumbrado al voceo.

En este punto, cabe mencionar que el tuteo empleado por Luberta Martinez en sus escritos se distingue como funcional y “sin ningún ruido” ya por su acento habitual proveniente de sus orígenes: Cuba, convirtiendo a su novela en una enteramente escrita en español, lejos de nuestro habitual castellano, jopara, guaraní cotidiano y así otorgando una amalgama maravillosa a la literatura actual con su escritura y su voz.

El uso del tuteo para algunos escritores paraguayos parece una materia obligada y cuando decimos “obligada” la usamos en toda su acepción. Es muy difícil encontrar paraguayos que estén empleando correctamente el tuteo sin sonar forzado y un poco cómico en cuanto más se esfuerzan en normalizar en sus escritos, con el fin de crear un estilo lejos del “convencionalismo” de cómo la gente se expresa realmente en Paraguay, sonando artificial y ruidoso a la hora de encarar la historia desde nuestra realidad, un punto que queríamos dejar bien en claro desde La Narratura para que nuestros lectores/escritores no incurran en el error  del mal uso del tuteo saboteando sus historias en post de la originalidad.

Que conste que no estamos ni a favor ni en contra, pero si en un futuro decidieran usar el tuteo, lean a escritores como Luberta que tiene al tuteo como lengua materna y no se queden con el castellano neutro de los doblajes televisivos como fuente de primera mano a la hora de emplear el tuteo.

¿Hace cuánto que escribís? ¿Desde qué momento de tu vida? Hablanos de las obras que te inspiran ¿Cuáles son tus escritores favoritos?

A los once años escribí un cuentito policiaco a mano, con la mentalidad de un niño de once años, mi papá era escritor de un programa humorístico de radio, se lo presentó a un gran amigo de familia como si fuera mi padre también que era especialista, digo era porque ya falleció, era especialista en escribir policiacos, recuerdo que él era un señor muy bromista, tenía un sentido del humor muy especial y se me quedo mirando serio así, cuando termino de leer aquello que era de una hoja de libreta, o sea  de una hoja de cuaderno, y me dijo: - ¿tú escribiste esto?, -sí-,  ¿tú escribiste la porquería está? Porque esto no sirve, me le quedé mirando (risas) y se metió a reír y me dijo: “diste el primer paso sobrino, te felicitó” y me dio un abrazo y a partir de ese momento siempre fui un lector ávido, leyendo es como todo se nutre, leyendo de varios estilos, me encanta Mario Vargas Llosa, me encanta Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Augusto Roa Basto y todos los exponentes del realismo mágico, me encanta Ken Follett. Te había hablado de que me marcó muchísimo Truman Capote con su novela a sangre fría, la primera novela que se considera novela documental y leyendo a todos estos escritores es que hice mi propio estilo, cree mi propia línea narrativa, pero te digo algo, el primer libro que me marco o uno de mis primeros libros de cabecera se llama: “Muchachos del sur” que es de un escritor argentino que se llama Álvaro Yunque, el libro me lo  regalo mi papá en el año 81, yo tenía 12 años y me dijo: mira te lo compré, él siempre nos compraba libros a mi hermano y a mí y es especial este libro, me marco tanto porque: número uno el protagonista se llama Aldo, bueno, era mi tocayo (risas) y número dos: el padre de Aldo era escritor, y el mío también y entonces ese grupo de muchachos narra las aventuras de un grupo de niños que crean un club de futbol que se llama siete ombúes, o sea ellos jugaban futbol y yo jugaba béisbol pero era yo, el Aldo participando de sus aventuras era yo y me cree una identidad con esa publicación, que bueno hasta ahora la recuerdo, no tengo el libro acá, se me perdió el libro en Cuba, lo presté y nadie me lo devolvió, dicen que el que presta el libro es tonto, pero más tonto el que lo devuelve, creo que peque de tonto. Pero les cuento que ese es mi libro de cabecera, que me marcó y que me abrió la imaginación para que yo escribiera mis historias.

Otra figura clave para mí, fue mi madre que me incitó a lo policiaco. Mi madre fue realizadora de espacios policiacos en los medios en Cuba y fue para mi y para mi hermano, que también hace policiaco en Cuba, un impulso muy fuerte.


Volviendo a Mientras Asunción duerme, las descripciones son potentes, sin caer en el amarillismo en cuanto a los homicidios, haciendo gala de los conocimientos periodísticos de su autor en un texto equilibrado pero que emocionalmente crea incomodidad en el lector. En cada párrafo se adivina una estudiada faceta de la ciudad de Asunción y más delante de la característica de la gente de campo y sus conos rurales. Pero así como hasta ahora vimos lo mejor de Mientras Asunción duerme, también hay cosas cuestionables como lo es la cantidad de personajes con nombre y apellido que al final pueden ser prescindibles a la hora de desarrollar trama para no incurrir en el abandono in media res de personajes que pudieran aportar algo o no. Por justificación del final del personaje, podemos decir que logró su cometido pero que queda en una explicación al boleo porque “al buen entendedor pocas palabras”; esto siendo benevolentes, pero ningún lector tiene la obligación de ser bueno ni amigable con la historia, de aquí nuestra advertencia para el señor Aldo Luberta Maritnez.

Otra cosa que pude notar es el antagonismo constante como un elemento más de la novela, el contraste del mejor lado de las personas, en contraposición con las acciones cometidas en los crímenes, guiando así el final, hasta espacios en donde no quedan lugares para las malas noticias.

Se nota en tus novelas que la pormenorizada investigación es lo tuyo, ¿en cuánto tiempo lográs saber “lo necesario” para crear tus historias? A pesar que ciertos diarios de acá publican sin pudor los pormenores de las víctimas ¿Tuviste acceso a documentos policiales para crear tus historias?

En “por Mano propia” fueron siete años, hay dos investigaciones, una es del caso de Felicita Estigarribia que está abierto todavía, no se ha dado con el presunto asesino, se supone que sea Freddy Antonio Florenciano Britez, pero bueno, no sé, hay cosas que no me puedo explicar. Por ejemplo, la otra novela policiaca donde tengo una investigación fuerte es Mientras Asunción duerme Salió en dos años y según lo que me proponga investigar, según el objetivo de la obra, pero si tiene razón, no saco algo a la luz sin estar convencido de que todo dato esta corroborado, está comprobado con varias fuentes en caso de que haya duda lo aplico, lo doy a conocer con el “supuestamente, presuntamente” palabras que se usan mucho para salvaguardar la responsabilidad en escribirlas. Yo tuve acceso a documentos policiales, tuve acceso a archivos de Última hora, Abc color también cuando hice el artículo sobre Mario Luis Palmieri que en un inicio iba a ser un programa de televisión que no lo llegue a concretar, sobre todo Abc, Última hora tiene un archivo muy, muy grande; Ñanduti, yo trabaje cinco años allí y tiene un archivo de audio que es IMPRESIONANTE y afortunadamente siempre están abiertos en ayudar a quien se interesé por un tema determinado.

Vi que en tu primera novela “Por mano propia” están presentes los casos de Felicita de Jaguaron, el secuestro de Amin Riquelme y el caso de Zamira Palacios casos que en su momento fueron muy sonados y sacudieron a todos. ¿Los familiares cercanos de las víctimas nunca te amonestaron por ficcionalizar sus casos? (acá podes contarnos alguna anécdota al respecto)

No, los familiares a mí nunca me han molestado, yo conozco a la mamá de Felicita, yo la entreviste, en el año 2008 y después nos vimos en 2019, once años después. Nos saludamos personalmente, otra vez porque en el año 2019 fueron los quince años del asesinato de su niña se hizo toda una conmemoración en Jaguaron al pie del cerro donde encontraron el cuerpo y el ministerio de la niñez me invitó a presentar el libro ante tanta gente que fue algo muy emocionante ante el pueblo Jaguaronino que bueno, en ese momento tuve mucha aceptación y recuerdo el instante como un hito; fue un antes y un después dentro de mi vida literaria porque estuve en el lugar de los hechos, había estado antes por las investigaciones, pero nunca así en esa circunstancia.

Nunca me han dicho nada de todas formas no tienen por qué decirme, yo recreo el caso en ambas situaciones en “Por mano propia” en el caso de Felicita y en “Mientras Asunción duerme” el caso de las hermanitas de Caazapá que les pasó lo mismo que a Felicita pero eran dos hermanitas, una de nueve y la otra de cinco entonces fue muy duro.

Yo lo que hago es recrear los casos, no tienen porque. Vamos a suponer que alguien se moleste y me quiera llevar a tribunales, no pueden hacerlo. Pueden llevar, pero no porque yo saco de contexto, en al año de la muerte de Felicita y las niñas de Caazapá que fue en el 2001 y lo pongo en el 2018 a la vez que le cambio nombres, le cambio situación digamos que ya es otra cosa. Pero hasta ahora no he tenido y espero no tenerla he insisto no me preocupa porque no estoy haciendo nada, recreo el caso solamente.

Definitivamente esta novela se vuelve material de estudio si es que quisiéramos comprender a profundidad el género de la novela negra. La razón es simple, este género en especial es sumamente exigente con los escritores que la acuñan como su voz, requiere un conocimiento pormenorizado de los recovecos que conforman los cimientos del género, ya consagrados por miles de novelas del género y del cine también. Al ser tan vasto podemos incurrir como novatos en bifurcaciones que nos pierden y nos llevan lejos de la calidad distintiva de la novela policiaca. Vale recordar que no porque haya un homicidio dentro de la trama ya se convierte en una novela negra consagrada en el género, existen muchos condimentos más que la hacen y otros miles que la deshacen de ese camino. 

 

En la historia de Don Carmelo el pescador, queda en el Limbo de si pudo o no estar basado en hechos reales, puede que sí o que no, pero en el caso de Karina de Lambaré tiene el regusto de ser un caso que ocurrió y que fue olvidado sin pena ni gloria, ¿es posible eso? ¿O solo fui demasiado lejos en la trama de tu libro?

Mira la historia de Carmelo en “Mientras Asunción duerme”, existe, pero ese no es su nombre, “Carmelo” es un amigo mío que yo le regalé el libro, él es pescador y es un lector habido.

El caso mismo de las hermanitas, en el ministerio, no saben cuándo paso ni que pasó hay muchos que pasan sin pena ni gloria, en los medios mismos no es como el de Felicita ni el de Amín que marcó un hito que también fue muy conocido, el de Diego Baez en el año que llegue a Paraguay en la segunda casa de donde yo viví por ahí hacia el Salecianito a una cuadra de donde está el oratorio de Diego Baez, y fue allí que yo supe que pasó con Diego entonces mira hay casos que te los cuenta la gente: “oye tú no sabes lo que le pasó a fulano”, entonces tú vas y haces un cuento y uno va a comprobar fuentes, y uno va y no hay nada y a veces hay mucho y bueno eso puede pasar. A ver, tú dices que el personaje se queda en el limbo, y si es un caso con una manera feliz de cerrar la situación de una persona noble, honrada que pudo a ver visto en lo ilegal un posible escape fugaz a la situación en que vive. Esto me da pie para una segunda parte   

La buena noticia es que la novela negra es sólida, está firmemente apuntalada y solo queda admirarla en todo su esplendor sin cambiar nada, agregando solamente lo que ella nos indique como trama en una diligencia estudiada.  Es en este punto que Aldo Luberta Martinez alcanza su cometido con “Mientras Asunción duerme”, el género está implícito sin pretensiones a lo largo de la novela, su originalidad queda marcada por la realidad del crimen acontecido, en las luces y sombras de sus protagonistas y en el bien logrado reflejo de las aristas socioculturales paraguayas en sus personajes.    

¿Es necesario ese grado de investigación para crear las historias para una novela policial acá en Paraguay?

Mira, el grado de investigación es necesario para escribir una novela en cualquier punto si podes, o sea, no sé si la leíste a Sangre fría, que siempre es el ejemplo que saco a Truman Capote que era un periodista de un diario y cuando sucede en el año 59 el asesinato en Kansas lo mandan a cubrir, a entrevistar, a acumular datos y dice que se dio cuenta cuando terminó todo de que tenía tanto material que decidió hacer “A sangre fría” yo creo que la investigación se tiene que hacer si o si  no solo en Paraguay

¿Tenés algún proyecto literario a futuro? 

Tengo cientos de proyectos literarios, tengo cientos. Quiero hacer un libro de cuentos, quiero hacer una novela distópica que se desarrolla en un archipiélago del Caribe (risas) ya te imaginarás en donde, sin mencionarlo, una onda Orwell, aunque él si explica donde se desarrolla 1984 y tengo un proyecto en mi cabeza, todo está en mi cabeza (risas) de escribir una novela policiaca que se desarrolla en Tacumbú con los personajes que quedaron vivos en “Por mano propia” y en “Mientras Asunción duerme” y otros personajes y crear como una situación, ya estoy investigando, estoy leyendo algunos libros, quisiera irme al lugar, nunca me fui  y quisiera ir a Tacumbú para ver cómo es la vida adentro, porque no es lo mismo de lo que te cuenten de que tú vayas a constatarlo y nada

Aldo Luberta Martinez tiene una página en wordpress cuya dirección pueden seguir desde este enlace para saber de las actualizaciones del escritor con respecto a su trabajo: https://aldolubertamartinez.wordpress.com/  Está presente en la red social de Facebook como Aldo Luberta Martinez con quien podes contactar mediante mensaje si es que te gustaría adquirir algunos de sus ejemplares, el envío está disponible a nivel nacional e internacional.

 

martes, 3 de mayo de 2022

La novela negra paraguaya: Cronología del claroscuro


En esta entrega La Narratura se adentró más aun en el vasto y agreste territorio de lo que es la literatura paraguaya, inexplorado aún por la mayoría de las mentes más luminosas que recorren la internet, y encontró uno de los tesoros desenterrados más ignotos que se pudiera imaginar el lector casual y es a la Novela negra curtida en Paraguay por contados aguerridos hasta ahora.

Pero como en este posteo vamos a abordar la novela negra en sus características y en sus títulos más representativos cronológicamente ordenados, en la continuación de este post tomaremos la segunda novela de Aldo Luberta Martinez (Mientras Asunción duerme… 2018) como modelo consumado del género. 

Desde acá nos vamos a tomar un tiempo para revisar cuales son las configuraciones universales que hacen que una novela sea negra ya que dentro del género policial o negro existe una amalgama de claroscuros, que le hacen parte de una “serie negra” por así llamarla, como una forma de clasificación dentro del género y más adelante, en un siguiente posteo vamos a estar analizando la novela arriba mencionada: Mientras Asunción duerme… para fijar estos conceptos que si bien parecen un poco engorrosos sin los dones de la literatura, son bastante fáciles de identificar estando delante de una lectura consumada.

Dentro de la literatura criminal existen la:

·         Novela enigma: el misterio evoluciona a una explicación racional

·         Novela negra: busca dar cuenta de la realidad social de un país

·         Novela suspense: mientras que en las anteriores los protagonistas eran los policías, en este género, el protagonista es la victima

·         El thriller: pone al lector en tramas llenas de tensión.

·         El clásico “¿quién lo hizo?”: Cuando el lector comienza a leer sabe que va a acabar bien.

Sin embargo, existen características comunes que las unen ineludiblemente dentro del marco. Una de ellas es por lo general que se desarrolla en la ciudad, la violencia que se presenta está en las calles del cono urbano. En la trama, invariablemente se usa el suspenso y el marco temporal es la sociedad contemporánea, convirtiendo a las novelas de ese género en joyas testimoniales de su época y de cómo pensaba y vivía su gente en ese espacio temporal de la historia, condicionada por su capacidad económica.

En todas las vertientes que tiene, refleja la decadencia de la sociedad capitalista desde imágenes sórdidas tanto de los protagonistas como de la forma de vida en sociedad a la que están alienados sus personajes. Utiliza un lenguaje crudo y la mayoría de las veces los crímenes se basan en arrebatos de pasión o debilidades humanas. 

Hasta acá serían las características ineludibles, pero en las divisiones del subgénero hay otras características que nos ayudan a identificar correctamente a su serie de origen.

La novela policiaca tiene dos vertientes: Hablamos de novela policial clásica, cuando en el desarrollo de la trama descubrimos un registro de lenguaje culto como serían el lenguaje científico técnico, de criminología, medicina forense y derecho. Sus planteamientos son más bien psicológicos y deductivos. Mientras que en la novela policiaca negra el lenguaje es más sarcástico con el fin de poner en relieve situaciones absurdas con perspectiva crítica y de denuncia social, raras veces se situá en el campo, parámetro que es transgredido en nuestro medio paraguayo porque la ciudad no está indivisible de los conos rurales. Y aquí hacemos un alto para dar su espacio a esta característica: Es realista. Se sirve de acontecimientos que sucedieron realmente para enmarcar una trama (Por mano propia). Sin embargo, cuando estamos delante de una investigación que no deja espacios para la ficción estamos ante un nuevo género nacido dentro del género de la novela policial, y es el género periodístico narrativo, que tendrá sólo una mención especial ya que es otro género aparte dentro de la literatura criminal y que vamos a obviar para evitar confusiones.


La aparición de objetos comunes como serían un arma homicida, un asesinato sea premeditado o no y un caso sin resolver en cuyo entramado está el suspenso dosificado, hacen que este género este muy diferenciado de la novela de terror en cuyas instancias se leen eventos sobrenaturales y condimentos folclóricos que remuevan las fibras sensibles del miedo, en vez de la lógica, la intriga y la perspicacia del lector como lo hace la novela policial.

Revisando estas características y comparándolas con la realidad, Paraguay tiene mucho material para convertir a la novela policial en el género capital de su literatura, es por esta razón que la presentamos como una alternativa a la hora de escribir literatura desde una perspectiva actualizada y que en todo el mundo tiene un ejército de seguidores, como una forma de hacer visible la idea de una literatura paraguaya para el mundo.

Si bien el género policiaco comenzó a gestarse en Paraguay, en la turbulenta época stronista las primeras publicaciones del género llegaron a consagrarse por primera vez en Asunción en 1987, de la mano de Roberto Molinas Thomson con sus libros de cuentos llamados: “sin testigos” (editorial Araverá) y “Lacú y otros relatos” (cuya editorial desconocemos).

Posteriormente se ve el género cultivado desde la novela con Santiago Trias Coll un español residente en Paraguay desde 1982 hasta la fecha de su deceso en 1996. Y es desde 1989 que tenemos noticias de sus novelas de género policial impresas en tierra paraguaya ya que dicho autor tiene en su haber cinco novelas de dicho género:

·         Los diez mandamientos (1989 editorial Don Bosco) ganadora del premio “Julio César Chaves”.

·         Gustavo presidente (1990 editorial Ñanduti vive e intercontinental editora) ganadora del premio “Curupayty”.

·         Tacumbú, infierno y gloria (1991 editorial intercontinental)

·         Hechizo paraguayo (1991 editorial El Lector)

·         Gustavo presidente II (1993 editorial intercontinental)

Siguiendo cronológicamente encontramos a “El último vuelo del pájaro campana” (El Lector) 1995 una novela de Andrés Colmán Gutiérrez. Que fue una sacudida para el momento editorial de ese entonces y que ya llegó a consagrarse como novela de culto dentro del género en nuestros tiempos.

Todas las mencionadas, son narrativas enmarcadas en la publicación dentro de nuestro medio paraguayo. Es sabido que muchos escritores paraguayos no residentes cultivaron la novela policial sin descanso, no como aquí que editorialmente el género quedó en el olvido narrativo, haciendo la diferencia entre olvido y desuso desde el punto de vista de las apariciones del género en las editoriales paraguayas.

Más adelante, luego de un periodo de descanso de 17 años, reaparece el género policial con una novela llamada: “la difunta aparecida” (Criterio ediciones) en el 2012 de la mano de Rubén Sapena Brugada, un nombre ominoso para la novela, si revisamos la cronología desde ésta perspectiva.


La siguiente aparición del género en su estado puro y salvaje, estuvo pospuesta por 6 años hasta el 2018 en donde aparece “Y mientras Asunción duerme…” novela escrita por Aldo Luberta Martinez (editorial Arandurã) un escritor cubano residente en Paraguay, en cuyo haber, está otra novela anteriormente escrita, llamada: “Por mano propia” (editorial Arandurã – 2012) también enmarcada dentro del género.

Actualmente, cuatro años después de aquella última publicación del género, nos topamos gratamente el 29 de abril del 2022 con la publicación de la novela policiaca llamada “Pombero” de la mano del escritor Derlis Rojas quien nos recibió cálidamente en la presentación de su libro y del que tendrán noticias también en el blog.

En esta misma semana de publicación tendrán noticias de la continuación de este género apasionante ya desde la reseña de una novela y con las preguntas y respuestas por parte de su autor que nos develará al filo de sospechas y señas cómplices como es cultivar este género.