miércoles, 16 de agosto de 2023

Literaturas y gentilicios, entre Rojas cuestiones seculares.

En esta oportunidad nos ocuparemos de un pequeño continente inexplorado por su extensa brevedad como lo es adentrarse en la espesura de El Ensayo.

Literatura Paraguaya del siglo XVIII es un ensayo escrito por Manuel Martínez Domínguez y que encuentra resonancia en las arcas de La Narratura. Les dejo EL ENLACE al libro del que es parte, por aquí y seguimos.


Sobre el autor Manuel Martínez tenemos noticias de que este no sería uno de los primeros ensayos de su autoría de igual precisión afilada, ya que ha escrito varios libros cuya temática también van en torno al ensayo.

Entre los títulos que encontramos con este género como estrella, tenemos a “La Asunción Ocupada por los aliados” cuya mención especial debería ser para otro posteo, por su gran aporte visual de la Asunción ocupada después de la guerra del setenta, con nivel de rigor histórico, especial para gente afín que precise recrear el ambiente de la post guerra a la hora de hacer cine o escribir sobre ese periodo de la historia.

Pero esta vez decidimos enfocarnos en su trabajo más reciente, un ensayo sobre  la literatura latinoamericana y sus inicios coloniales esparcidos por el virreinato y que a estas alturas constituyen auténticos hallazgos arqueológicos que comprometen los cuadrantes políticos, no como hoy los conocemos, sino como fueron en la época del siglo XVIII.


El ensayo fue parte de un compilado hecho por Marco Chandía Araya para los estudiantes de letras del Brasil sobre la historia de la literatura latinoamericana y en cuyo volumen Martínez Domínguez, expone su trabajo investigativo entorno a un libro publicado en 1969 por María Luisa Olsen y Antonio Ernesto Serrano y que no había encontrado refutación hasta la fecha de la publicación del ensayo de Martínez el pasado Junio del 2023.

El valor de su hallazgo abre nuevas perspectivas no solo a nivel nación Paraguay de la literatura colonial, sino que sin ánimo incidental, increpa de forma amistosa a los intelectuales del país vecino de la Argentina a fijarse mejor en los términos para no caer en la banalidad de un afán de nacionalismo forzado.

La obra Olsen-Serrano se llama: Letras Argentinas del siglo XVIII en un códice escurialense. El punto álgido de discusión se sitúa en una mención a un par de hermanos Jesuitas paraguayos que escribieron algunos poemas, ellos fueron Isidro y Pedro Rojas. Ellos nacieron en una familia acomodada de 1730 al 32 en Asunción.

[…]Por aquel tiempo, las “artes del lenguaje” estaban reservadas a la aristocracia paraguaya, que sólo podía servir al rey en calidad de miliciano, o a Dios como religioso.  


(Martínez Domínguez, P. 87) 

En esta frase está resuelta, a mí entender, el núcleo de las cuestiones finalmente planteadas y que no pasan a la ligera una vez comprendidas en el contexto de la investigación actual de las letras latinoamericanas y más precisamente las paraguayas.  

En el Libro en cuestión, se etiqueta a la producción poética de los hermanos Rojas como argentina por ser fechada en el siglo XVIII en la ciudad que en la actualidad seria Córdoba.


Para poder comprender el trasfondo del afán de rectificación de Martínez, este delimita primeramente lo colonial como punto de partida para la clasificación de la literatura de ese periodo de la historia, lejos de los estándares nacionalistas actuales del país vecino y el nuestro.

Hablar de un acontecimiento único en la historia es perseguir la rama más sólida y corta hasta el fruto de nuestros anhelos. La estrategia investigativa de Martínez Domínguez tiene una regla: no anacronías, si vamos a estar dentro de un periodo de la historia jugaremos con las reglas del juego de esa época (siglo XVIII).

Su regla es sencilla, dándole profundidad con un enfoque interdisciplinario al punto referido en el libro de Olsen- Serrano. Abordando su hallazgo no solo desde el campo de la Filosofía y las Letras, sino desde las bases investigativas de la Historia como la disciplina que estudia el desarrollo de la humanidad.

Manuel Martínez en su precisión afilada lo hace sin perder de vista su objetivo, con la agudeza pragmática que caracteriza su trabajo, hasta desvelarnos su propósito. El de cimentar una restitución histórica para los hermanos Rojas, que antes de ser etiquetados de Cordobeses eran súbditos de la corona española en la Provincia del Paraguay, ¿Qué otras obras quedan dormidas en los archivos de la biblioteca de Asunción esperando ser encontradas?  Es una pregunta para investigadores y especialistas y que mediante enfoques disciplinarios, al servicio de la literatura latinoamericana, puede ser respondida.

El ensayo de Martínez Domínguez nos trae ésta Isis sin velo, arrojando luz hasta los albores de la literatura. Su peso indiscutible radica en la posibilidad de una interpretación desde sus orígenes como un producto intelectual de su época y más actualmente desde la estética. Nos da una perspectiva más amplia que las acciones del hombre y sus huellas, nos habla sobre esos procesos en su espacio intelectual que dieron lugar a algo tan complejo en la actualidad, como lo es la definición en tiempo y espacio de lo que es la historia de la literatura paraguaya y si ésta existe realmente sin anteponerse el termino de literatura jesuita como sus orígenes en el siglo XVIII. Nos abre la posibilidad de un pasaje por explorar dentro de la historia de la literatura paraguaya no a modo de un producto nacionalista, sino como un fenómeno acontecido en los inicios de la colonia a fin de la manifestación cultural de una sociedad emergente, más allá de sus autores geográficamente esparcidos por las Tierras del Plata y sus actuales provincias y ciudades.