Es común
subestimar a la literatura de horror en lo concerniente a lo social, sin
detenernos a pensar que también sirve, como todo en la literatura, de un espejo. El cuento número cinco es una historia tan terrible y cotidiana en
nuestro hemisferio que decidí plasmarlo por siempre en las Nueve rondas.
Nos lleva por un
escabroso sendero hasta la cima de unos pecados tan atemporales como lo son el
crimen y la venganza. Nos zambulle hasta los más vidriosos paradigmas para
intuir el contexto de la historia con apenas algunos detalles en la narración.
En memoria de
Felicia es el cuento de nuestra caperucita regional, imposible de encasillar en
un estrato determinado, porque es un problema que trasciende los niveles
académicos y económicos de las víctimas. Es un estado de resignación que se
traduce en la incapacidad colectiva de defenderse o de identificar a los
sujetos como Mauro, no todos los agresores andan con machete en mano. De allí
su nombre: En memoria de Felicia. Que está para recordarnos que un agresor va a
ser siempre agresor.
Escribí este
cuento porque es algo de lo que nos advierten tanto en la adolescencia y en la
juventud, que muchas veces cuando nos encontramos dentro de ese ciclo, ni
siquiera nos damos cuenta, o al identificarlo, nos cuesta salir de él.
La historia está
elaborada desde las dos perspectivas, la de Felicia que es la protagonista y
que en su mutismo también cuenta su historia a través de pistas esparcidas, y
de Mauro, quien expone con absoluta convicción la justificación de su acto, con
apenas unas frases sueltas.
Es imposible no
sentir un gusto como de cuento verídico al tratar de ver a través de los hilos
de la trama y es porque quise contar una historia absolutamente veraz en los
detalles, jugar con el canon de que las historias reales sobrepasan la
perversión del horror concebido para divertir, como son los cuentos de
terror. Quise convertir a los lectores de este cuento en testigos espectrales,
que seguían cada palabra con ojos inquisitivos hasta el desenlace final. Juzgar
quienes son los culpables e inocentes de esta historia dependerá de los lectores
que seguirán animando la memoria de Felicia, cada vez que sus ojos se paseen
por sus líneas.
Nueve rondas se encuentra para la venta en la librería de Servilibro en la plaza Uruguaya de Asunción. También pueden ponerse en contacto con su página oficial en el facebook. #NueveRondas